No tienes porqué salir de la zona de confort.
A menos que eso a lo que llamas confort sea acostumbramiento al malestar.
¿Te has preguntado cómo estás? ¿Sabes lo que quieres?
Puede que hayas llegado a un punto de tu vida en el que, «esquivando las balas» o «haciendo lo que tocaba» te hayas situado en un trabajo, pareja, carrera, o estudio en el que no estás siendo feliz. Entonces, buscar nuevos caminos puede darte miedo a perder lo que conoces o a no saber cómo afrontar lo nuevo. Pero dudo que cambiar sea poco «confortable». De hecho, en la infancia, estábamos permanentemente explorando y eso era un juego, divertido y estimulante.
La idea de que seguir creciendo es perder confort no alienta al avance, va de la mano de «la letra con sangre entra» y «lo que cuesta vale».
No será por arte de magia, los hábitos que generamos a lo largo de los años pueden ser difíciles de cambiar si no vamos encontrando y desarrollando nuevas habilidades y mucho más aún si lo hacemos desde la obligación y en soledad.
Date tiempo y date permiso para el error, para avanzar un día a la vez y para que sea divertido. Y si no sabes cómo, aquí estamos.
Que tengas un gran día.
Patricia Davis
Llevo más de 25 años trabajando con grupos, focalizada en el desarrollo tanto a nivel personal como grupal y comunitario.