¿Cómo hacer?
Estar al tanto de lo que pasa en el mundo, y en el país, la ciudad, el barrio.
Asistir a la desigualdad, la alienación, la deshumanización, y todos sus etc.
Mirar el y ver. A veces angustia
¿Cómo saber y no rendirse?
Tener esperanza, fuerza para construir, flexibilidad para entender, paciencia para explicar. Ladrillo a ladrillo una escuela de teatro es una utopía.
A veces no lo sé. Me canso, me frustro, me enfado, me ninguneo, me rindo. A veces no puedo más.
Entonces necesito salvarme de ser un producto y buscar formas de ser creadora.
En general suelo mirar cerca, muy cerquita de mí y ver personas, gente de verdad, sin Photoshop, quizás sin likes.
Ser escuela de teatro es invitación al espejo.
Cada vez abrazo más. Sinergia de amor. Entonces creo. Y sonrío.
Hora de volver al aula. Abrazar también las clases, el teatro, la biodanza, el clown. Porque son los caminos que me acercan a la gente.
Entonces La Barca es más que una escuela de teatro. Es un puente que algunos días me da sentido.
Como hoy.
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