Improvisación y creación de personajes: La comedia del arte

Sus comienzos

La Comedia del Arte (Commedia dell’arte) se inició a mediados del S.XVI en Italia. En un comienzo sus compañías estaban compuestas sólo por hombres y se montaban farsas basadas en las relaciones entre amo y criado o monólogos satíricos, pero la fama de la Commedia dell’arte se dio cuando permitieron el ingreso de mujeres en las compañías, alrededor del 1600.

Como se podrán imaginar, el objetivo de las damas en estas compañías no era el de hacer reír, sino que eran profesionales educadas en la literatura del amor: ocupaban el rol de la enamorada. Éstas actrices exhibían cultura y poesía amorosa, danza y canto. Luego, con el tiempo, pudieron ocupar además del rol de la enamorada el de Colombina, la criada pícara de la casa. 

No era nada fácil para la sociedad de esa época aceptar este tipo de expresión dramática: era medio incontrolable. A mediados de 1500, algunos plantearon que la Commedia dell’arte debía prohibirse porque no promovían las buenas costumbres, otros decían que, al igual que sucedía en la literatura, las obras debían ser sometidas al juicio del censor antes de su representación. Esto era imposible en la práctica ya que estas obras se caracterizaban por ser improvisadas: había un argumento de base que sí estaba escrito, pero todo el resto era improvisado. Pasada la función, era difícil condenar a les actuantes por la utilización de palabras prohibidas o inconvenientes.

La improvisación, una cuestión de lectura

La improvisación era una habilidad que los actores adquirían con mucha mucha práctica: además de la espontaneidad se valoraba mucho la velocidad en las respuestas,

El entrenamiento consistía en escribir parlamentos, ya sea en papel o mentalmente (muchos de los actores eran analfabetos) que les serviría de insumo a la hora de entrar a la escena. Para asegurarse la colaboración en la función se pautaban previamente los pies de cada actor, es decir, la última palabra del parlamento, para que el otro pudiera responder.

Nicoló Barbieri, un actor muy respetado en ese entonces, planteaba la necesidad de leer una gran cantidad de libros y de aprender muchas páginas de distintas obras para poder hacer comedias de manera rápida y eficaz. Cada actuante solía especializarse en un personaje y para hacerlo, leía mucha bibliografía específica. 

¿Qué leían?

Entonces, quien representara al Dottore, leía material de medicina, o Pantalone, de milicia o El enamorado aprendía parlamentos de Platón. Con toda esta biblioteca encima, les actuantes aprendían tan sólo la sustancia de lo que debían decir, de lo que debía suceder en la escena, e improvisaban la manera de formular. La creación del personaje tomaba así profundidad, teniendo sustento intelectual junto al físico.

Las composiciones improvisadas causaban fascinación como lo hace un ejercicio acrobático: era una demostración de virtuosismo y acrobacia intelectual que muchas veces causaban envidia de los literatos más cultos.

De esta manera, estas compañías con un gran entrenamiento podían realizar una comedia a partir de un mínimo acuerdo acerca de las acciones de los diversos personajes y luego, en menos de una hora, montarla. En muchas de sus obras, incluían situaciones o noticias cotidianas para involucrar al público. 

Como un equipo de fútbol, toda la compañía, lejos de preocuparse solo en su papel, se ocupaba del conjunto del espectáculo, lo cual requería un gran entrenamiento en la comunicación grupal. 

Personajes

Como hemos visto, cada actor de la Commedia dell’arte constituía un personaje, y cada uno de ellxs estaba caracterizado por una máscara. Estas máscaras respondían a un arquetipo, muy codificado por el público, con características propias a intransferibles.  Las máscaras creaban una relación específica para la creación del personaje, que lo acompañaría en todo su desarrollo.

Podemos dividir al conjunto de personajes en tres grandes categorías: los criados, los amos y los amantes. La creación de personajes tan variados requiere una comprensión de su arquetipo físico y existencial.

Los criados

El origen del criado es común en todos sus tipos: una persona  campesina,  pobre que llega a la ciudad y es su ingenio el que le permite sobrevivir en este nuevo ambiente. Lxs criadxs se denominan zanni y el más famoso es el Arlequín. 

  • Arlequín se caracterizaba por ser astuto, más insolente que trabajador y por tener una procedencia bergamasca lo que se expresaba en su dialecto. 
  • Su pobreza se mostraba en el vestuario, lleno de parches y remiendos, que más tarde se sofisticarían en el conocido traje con rombos. Su astucia le permitía servirle a más de un amo y cobrar más de un sueldo, pero esta avivada también podía traer como consecuencia el cobro en forma de golpes. La máscara de arlequín era de cuero negro.
  • Brighella es el compañero más popular de Arlequín.También originario de Bérgamo y cuyo nombre procede de briga, del italiano brigare: engañar. Es bastante similar a su compañero, aunque mejor consejero y más tentado por el vicio. Va vestido de blanco, con algunos adornos verdes y su máscara llena de ironía lleva encima una boina. 
  • Polichinela es de origen napolitano y lo define un joroba y un traje blanco. Es el criado filósofo, resignado a su suerte de pasar hambre y sufrir burlas. Esas desgracias las vence cantando. Su máscara es negra con una gran nariz de gancho. 
  • Colombina es una criada mujer. Es la compañera de Arlequín y acosada por el amo. Al ser una actriz, actuaba sin máscara y su rol en la trama era la de sirvienta-celestina o criada de una dama de aristocracia. Su movimiento es veloz y eficaz y es a menudo el único personaje sensato de la pieza.

Los amos

Pantalone es un rico y viejo comerciante veneciano. Es tacaño, desconfiado y libidinoso. Tiene hijas casaderas que presentará a los enamorados. Siempre va acompañado de un criado, que lo introducirá en peligros insospechados. Lleva una gran capa y su máscara tiene una chiva blanca en el mentón junto a su gran nariz de gancho. 

Dottore es de Bolonia, y dice haber estudiando en la universidad aunque su ignorancia nos haga pensar diferente. Esa ignorancia se expresa, por ejemplo, en el intento siempre fallido de hablar en latín, en la confusión de todo a cada instante y en sus deducciones tan simplonas como “Todo lo que no es verdad es mentira”. Es una crítica a los intelectuales de la época. Viste de negro con un cuello blanco y un sombrero de anchísimas alas. Su máscara es similar a la de Pantalón.  

Capittano es el tercer vértice de este triángulo de los poderosos. Representa el poder militar. Su procedencia española critica la ocupación de este país en tierras italianas. Es fanfarrón, pusilánime y cobarde. Su vestuario es el de un oficial español de S.XVI, con sombrero de plumas y un espadón. 

Lxs enamorados

Este grupo es una pareja de jóvenes que suelen ser hijxs de Pantalón o de Dottore. Llevan nombres como Rosana y Florindo, Isabel y Octavio, etc. Su principal y único objetivo es amar y ser amados. Sus vestuarios no poseen máscaras y son los personajes con más dignidad en estas comedias. la creación de estos personajes está llena de liviandad, de aire.

Tramas y estructura

Las compañías de Commedia dell’ arte contaban con un director de escena que era quien establecía la estructura general sobre la que se improvisaba y solía ser uno de los intérpretes, generalmente el principal. 

Al comienzo de la representación salía al extremo del tablado y explicaba el argumento al público. Luego del prólogo sucedía la trama que en general se daba en tres actos con sus intermedios con música, danza, acrobacia.

Las tramas de estas obras eran de intrigas que se enredan y desenredan a partir de engaños, peleas, locuras, amores, duelos. 

Las compañías estaban compuestas por diez o doce actores a los que se podían sumar artistas de las ciudades donde se presentaban. Como en el teatro oriental, cada actor y actriz estaba comprometido de por vida con un único  personaje y la tradición marcaba el paso de la creación de personajes de padres a hijos o de maestros a discípulos.

Siempre vigente

La Commedia dell’arte italiana tuvo sus expresiones en muchos otros países, como Francia, España y Rusia. En cada país sufrió las modificaciones propias de la cultura que la apropiaba y fue una corriente que se mantuvo hasta comienzos del SXIX.

Si bien, por su naturaleza improvisada, no tiene registros escritos vemos sus influencias en muchos autores, como Moliére, Lope de Vega o el propio Shakespeare, que toman muchos arquetipos para sus obras. La creación de personajes en base a arquetipos ha cogido diferentes caminos. Todos vigentes.

Las influencias de la Commedia dell’arte también se pueden ver en géneros como la pantomima, el melodrama o la varieté.

Autora: Agustina Soler