Clases de teatro en Sevilla: Siete errores comunes a la hora de construir un personaje

La experiencia de dar clases de teatro en sevilla  también nos enseña a aprender de los errores. Por eso, este es un tema del que me atrae mucho hablaros; ya que normalmente en el mundo en el que vivimos nos tienen muy marcados con lo que está bien o está mal; lo que es correcto y lo que no lo es.

Por eso buscamos que  a la hora de crear esto no ocurra, ya que la creación es libre.

Es cierto que como ya os conté anteriormente existen siete claves para que un personaje esté bien creado.

Recordando las siete claves de un personaje

  1. Voz
  2. Cuerpo
  3. Vestuario
  4. Antecedentes
  5. Imaginario
  6. Tempo
  7. Verdad

Como todo esto está recogido en el post titulado Siete claves imprescindibles para crear un personaje.  Podemos ver a este como una continuación.

  1. De lo correcto a la verdadero en el teatro

Si hay algo que me maravilla de la creación es que no es una ciencia cierta y absoluta. Existe una expresión que define muy bien lo “incorrecto” a la hora de actuar que es “se le ven los hilos”.

Cuando a un actor o a una actriz “se le ven los hilos”, quiere decir que su cuerpo, su voz, vestuario, antecedentes, imaginario, tempo y por supuesto su verdad no son reales,  sino que están impostadas. Y, como vemos en nuestros cursos de teatro, actuar no es hacer “como si”, sino lanzarnos a vivenciar una realidad que no es la nuestra, siendo alguien a quien creamos: un personaje.

En otras palabras, cuando el actor o actriz no fluye en alguno de sus aspectos nos encontramos con ese “error” que hace que no parezca real. La impostación puede ser por exceso o por defecto y hace que de forma natural el personaje chirríe.

Ahora mismo recuerdo varios casos de personaje chirriantes y bastante mal creados, pero me parece muy feo desprestigiar el trabajo de otros actores. Además, sucede que en muchas ocasiones no es problema del actor sino del enfoque del director. Aclarar que también puede ser de la falta de entendimiento entre uno y otro.

Porque, no olvidemos que, como vemos en las clases de teatro, la creación también es vínculo y proceso.

Errores comunes

Podríamos decir de forma general que los siete errores que buscamos erradicar en las clases de teatro a la hora de crear un personaje son:

La voz incoherente

Sabemos que como suena un personaje necesita una cadencia y un timbre acorde a la lógica del personaje. ¿Recordáis el doblaje por Verónica Forqué de la protagonista del resplandor?.  En otras palabras, todo lo que vaya a contracorriente debe ser una elección expresa con un sentido en la concepción general de la obra.

Un cuerpo inorgánico

Porque el cuerpo es quien nos cuenta, y a los personajes también. Su personalidad, afectaciones y emociones deben resonar automáticamente en su corporalidad. Es decir,  de manera  acorde con la lógica con la que le hemos creado.

Que el vestuario no vista correctamente al personaje

Como consecuencia del simple cambio de un complemento, muchas veces cambia la percepción del personaje. ¿A que no recordamos igual a Chaplin con su sombrero y bastón que cuando no lo tiene?

Sin imaginario propio:

Cuando los del personaje no están bien construidos se corre el peligro que este quede plano y no trascienda más allá. Es decir, que no nos diga nada, un personaje de cartulina sin vida propia.

Por eso, necesitas saber de tu personaje muchísimo más de lo que está en guión. Esto te ayudará a poder imaginarlo en cualquier situación, esto le dará consistencia.

Falta de antecedentes

Este ser existía antes de este momento recortado de su vida que estamos viendo.  ¿Qué le pasó antes?.  ¿Por qué es quién es?. ¿Por qué dice o hace esto y no otra cosa?. Como resultado, este trabajo de creación-investigación da solidez a tu relación con el personaje y por ende a cómo se maneja en cada momento.

Que se vea artificial

En otras palabras, ¿cómo evitar que un personaje “chirríe”? Haciendo una creación integral, encontrando cuál es su verdad y que siempre prevalezca por sobre la superficialidad y la forma vacía.

A destiempo

Como consecuencia de todo lo anterior surge el tempo, porque no nos imaginamos a una persona tímida corriendo al encuentro de un desconocido. Consecuentemente tampoco  a alguien temperamental tomando sus decisiones tras una meditación zen.

Ven a vivirlo

En estos temas nos centramos en las clases del curso de teatro  laboratorio de la escuela La Barca Otro Teatro. Porque ante todo buscamos  en que cada persona tenga alas propias. Así podrá usarlas para crear un guión, una obra o acompañar a alguien que dirige.

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