Reviviendo la magia de nuestras muestras de fin de curso de teatro

¡Telón bajo! Reviviendo la magia de nuestras muestras de fin de curso de teatro

Cuando te embarcas en un curso de teatro como los que ofrecemos en La Barca Otro Teatro, no solo te apuntas a unas clases de teatro. Te unes a una aventura increíble, un viaje de exploración personal y, lo más importante, una construcción de comunidad que culmina en momentos inolvidables sobre el escenario.

Hace muy poquito, vivimos la emoción de nuestras muestras de fin de curso. Esos días son la guinda del pastel, el momento en el que todo el trabajo, la risa, las dudas y los descubrimientos que compartimos durante meses toman forma y cobran vida frente a un público. Y créeme, ¡fue una pasada!

«AHÍ»: Un viaje a lo más profundo del ser

Nuestro grupo de Iniciación de los lunes nos regaló «AHÍ», una obra que nos movió por dentro. Se adentraron en un «lugar-no lugar» para hablarnos de las preocupaciones de una madre, de historias de superación, de injusticia, de la fuerza del amor que surge incluso en los momentos más difíciles.

Ahí” marcó un espacio donde encontrarnos con las preocupaciones de una madre, con historias de superación, de violencia, de injusticia, de resignación y de avance. De amor que emerge entre la vergüenza y se transforma en el sueño de cotidianeidades compartidas, en la lucha de una mujer de la historia por poner palabras a su vida. Aunque haya sido condenada de antemano. Porque el amor, la identidad y nuestro camino necesitan sus propias palabras. Que defendamos nuestro cielo, que amemos nuestros pájaros.

 

Como decía la gran actriz Viola Spolin, «A través del juego, podemos aprender a conocernos a nosotros mismos y a los demás».

Y eso es exactamente lo que vimos en «AHÍ»: un grupo de personas conectando con sus personajes y, a través de ellos, con las emociones más universales.

Las interpretaciones de Marianela, Emma, Sandra S., Sandra V., Gwendalynn, Joana, Candela, Ana D. y Aurora, bajo la dirección de Patricia Davis, fueron un recordatorio de que «el teatro es una herramienta poderosa para entender la complejidad humana».

«El Cántaro»: Reflexionando y volviendo a empezar

El grupo de Iniciación de los martes, con su obra «EL CÁNTARO», nos invitó a una profunda reflexión. Nos mostraron escenas de un texto posdramático que nos confrontó con la presión de la hiperproductividad, la incertidumbre del presente. También a acercarnos al fracaso y al volver a empezar. ¿qué hacer cuando el cántaro se rompe? ¿todo acaba allí? Es sólo un cántaro nos dice el texto, intenta arreglarlo, vuelve a romperlo, pon música, sírvete un vino. Vuelve a empezar

El teatro es un espacio seguro para explorar estas preguntas existenciales. Nos permite jugar con las ideas y las emociones sin las consecuencias de la vida real. «Es un lugar donde podemos fracasar de forma segura y aprender a volver a levantarnos,» como nos enseña cada ensayo. Carmen, Andrea, Manuela, María S., Santiago, Nuria, María del Amor, Reyes, Daniel, Ursula, Virginia, José Manuel, Mirty y Cristina, dirigidas por Patricia Davis nos dejaron pensando.

Incluso cuando las cosas se rompen, siempre hay una oportunidad para «poner música, sírvete un vino» y volver a empezar.

¡La capacidad de reinvención es una de las grandes lecciones de las clases de teatro!

«De fragmentos y finales»: Pura creatividad en escena

De los grupos de Iniciación de los lunes y martes a las 20h, surgió «De Fragmentos y Finales» en el C.C. Torre del Agua. Aquí vimos un abanico de escenas y monólogos que tocaron temas tan diversos como la confianza, el amor, los deseos de fin de vida y hasta la extinción de los poetas.

Es fascinante cómo, en un curso de teatro, los alumnos tienen la oportunidad de transformarse en personajes cotidianos o en figuras icónicas como John Lennon, Federico García Lorca o María Antonieta.

Este es el poder de las clases de teatro: te dan las herramientas para encarnar cualquier historia. Mercedes, Sofia, Andrés, Bárbara, Sara, Rosa, Lucía, Cleofe, Susana, Kevin y Francisco Manuel, con la dirección de Ana Rueda Sotorra, nos recordaron que «el teatro es el arte de la vida en acción».

«Los números imaginarios»: Cuando la ficción lo pone todo patas arriba

Nuestro grupo de Laboratorio tuvo el honor de participar en la Muestra de Escuelas «El Futuro a Escena» de Sala Cero con su versión de «El chico de la última fila» de Juan Mayorga, titulada «Los números imaginarios». Esta obra nos sumergió en una trama donde una alumna, Claudia, transforma la vida de quienes la rodean, poniendo todo «patas arriba». Vivimos un curso de intensísimo trabajo a partir del texto, jugando con los ritmos, atravesando el desafío de la creación de personajes, donde cada uno de ellos hizo un arco de crecimiento importante. Un obra larga, construida magistralmente por su autor a la que nos enfrentamos con respeto y admiración.

El teatro nos enseña a jugar con lo intangible, a entender que la ficción puede ser un espejo de nuestra realidad. Es un lugar donde «la imaginación es el escenario más grande». Ana L., Ana R., Antonio, Cristina, José Luis, Irati, Raquel Triana y Víctor, con la iluminación de Sandra Alfonso Carrasco y la dirección de Patricia Davis, nos invitaron a reflexionar sobre las transformaciones y los roles cambiantes en nuestras vidas.

«El susurro del tiempo»: Un canto al encuentro

El grupo de Teatro Avanzado de los miércoles a las 20h nos conmovió con «El susurro del tiempo» en La Fundición. Una obra que, a través de recuerdos y vivencias, tejió una trama colectiva desde lo más personal. El resultado de un curso entero compartiendo, a corazón abierto trozos de nuestras vidas y aprendiendo lenguajes escénicos ligados al espacio. Una tras otra, las clases de teatro fueron armando un puzzle lleno de verdad.

«El teatro es el arte del encuentro», y eso fue palpable en cada escena. Historias de nacimientos, amores, encuentros con momentos históricos, superación y un canto a la lucha delos artistas,

Pasan los años, pasan los gobiernos, los populares, los socialistas, pasan veranos, pasan inviernos, quedan las artistas…

Pasan las crisis, pasan las guerras, pasa la prensa sensacionalista, las prohibiciones, las restricciones, quedan las artistas…

Pasa la belleza y la juventud, los optimistas y los pesimistas, pasa la pandemia, pasa la salud, quedan las artistas…

Pasan los mecenas, pasan los censores, pasan hipócritas y moralistas, tiempos peores, tiempos mejores, quedan los artistas…” Enrique Pinti

Todo culminando en un mensaje claro: «que el apocalipsis nos pille bailando juntas». ¡Un verdadero canto a la unión! Anya, Beatriz, David, Lucía, Niki, Lourdes, Guillermo y Leticia.  Con la dirección de Patricia Davis e iluminación de Sandra Alfonso Carrasco, nos demostraron que aprender teatro es un camino para construir grupalidad y celebrar la conexión humana.

«Navegando pequeñas historias»: El público, protagonista

Finalmente, el otro grupo de Teatro Avanzado de los miércoles a las 18h nos sorprendió en el Teatro La Fundición con «Navegando pequeñas historias». Aquí, la magia del teatro espontáneo tomó el escenario, convirtiendo las anécdotas del público en escenas al instante.

El público nos compartió sus momentos vitales y sus recuerdos, el cambio de etapa que supone la jubilación, las ganas de alimentar juntas un proyecto colectivo, el nacimiento de un amor, la relajación que sobreviene al terminar un trabajo estresante, la alegría de cantar en un coro, entre otras.

Y una pregunta final: ¿tú cómo elijes? ¿tú a quién votas?

¿Imaginas contar tu historia de vida y verla representada en el momento? Eso es lo divertido y retador del teatro, especialmente cuando se busca la espontaneidad. Es una forma maravillosa de «acompañarnos a compartir» y conectar de una manera única. Alicia, Catalina, José Luis, Macarena, Teresa A. y Teresa R., con la música en directo de Carlos Alberto Refolio Palma, Con  la dirección de Patricia Davis, nos recordaron que nuestras vidas son las mejores historias y que el teatro nos da la voz para contarlas.

Un camino de crecimiento y conexión

Desde el primer día de clases de teatro, cuando llegas con esa mezcla de nervios y emoción, hasta el momento de la muestra final, el camino es de aprendizaje constante. No solo se trata de técnicas de actuación, sino de construir un espacio seguro donde ser tú mismo, equivocarte, reír a carcajadas y apoyarte en tus compañeros.

El teatro nos enseña muchísimo: a escuchar, a trabajar en equipo, a perder la vergüenza, a empatizar con otras realidades y, sobre todo, a disfrutar del proceso. Como decía el gran dramaturgo Bertolt Brecht, «El teatro es una forma de pensamiento». Y en La Barca Otro Teatro, pensamos, sentimos y vivimos intensamente cada momento, cada ensayo, cada puesta en escena.

Ha sido un placer enorme compartir con vosotros estas experiencias. Ver cómo cada uno de vosotros ha crecido, ha arriesgado y ha dado lo mejor de sí mismo, es la mayor recompensa. ¡Gracias por hacer de nuestras clases de teatro una experiencia tan mágica y memorable!

¿Qué historia te gustaría contar tú en el escenario? ¿Te animas a sumarte a nuestra gran familia teatral?

Vamos hasta aquí: juntas!