¿Por qué el gesto universal del teatro es el sostener la calavera invisible por arriba de la cabeza? Cuando llegamos a una clase de teatro, pensamos en poder llegar a hacer eso.
¿Cómo llegó esa idea a nuestra cabeza? Pues porque hubo un señor (o varios, está en discusión) que básicamente inventó la humanidad en algunas buenas obras. Ese señor es William Shakespeare y es nuestro homenajeado del día de hoy.
Un poco de historia: el Renacimiento
Quizás la genialidad de Shakespeare sea fruto de la época convulsionada en la que eligió nacer, en 1564, en lo que se conoce como Manierismo o Renacimiento tardío. Vamos a comenzar explicando un poco esta época.
El Renacimiento (SXIV al SXVI) coincide con el final del medioevo y la cuna de esta época se da en Florencia, Italia. Se llama “Renacimiento” justamente porque se considera un renacer luego de la “época oscura” que supuso la Edad Media.
Humanismo
El pensamiento filosófico que regía esa época era el Humanismo que ponía al ser humano como centro del paradigma (a diferencia del Medioevo donde en el centro estaba Dios) y a la razón como el modo de conocer el mundo. Se rescata la cultura clásica, griega y romana, lo que se ve fuertemente en el arte pictórico, donde, por un lado había una búsqueda por un mayor realismo (en esta época se inventa la perspectiva). Pero, por el otro, había una fuerte idealización de la figura humana.
A diferencia de la Edad Media, en esta época los pintores empiezan a firmar sus cuadros, e incluso ponían sus rostros o el de sus colegas en las figuras humanas de sus cuadros. En esta época se inventa la imprenta y la brújula entre otros grandes inventos que cambiaron radicalmente el destino de la humanidad. Digamos que era una linda época para reencarnase hombre.
Todo lo que sube…
Lo bueno no dura para siempre, algunos eventos desafortunados pincharon esta primavera humanista.
La primer gran crisis sucede con la división de la Iglesia católica y la protestante, lo que pone en jaque lo que parecía eterno en el mundo occidental.
La segunda gran crisis viene de la mano de Copérnico, que en 1543 publica un librito que pone todo patas para arriba: el centro del universo no es la Tierra, sino el Sol. Con lo cual, el hombre pierde su centralidad y todo es locura y destrucción (literal, porque sobreviene un período de guerras).
Renacimiento tardío
Aquí aparece el Renacimiento Tardío o el Manierismo, donde se ubica nuestro autor. Surge en Italia y se expande a toda Europa. Manierismo significa etimológicamente “personalidad artística” (asociado a un saber hacer, a un juego formal con un lenguaje ya conocido y dominado) o también “a la manera de” (refiere a que los pintores imitan la técnica de sus antecesores, Leonardo Da Vinci, Miguel Angel o Rafael).
En esta época, fruto de todos estos cambios se pierde en la pintura el orden y la armonía del Renacimiento, las figuras humanas se distorsionan, los colores son contrastantes, se pierde la armonía y los temas de los cuadros son la confusión universal, el caos. Las expresiones de las figuras humanas son exageradas, mezclando lo trágico y lo cómico. En medio de este lío, se desarrolla la obra shakespeariana.
Datitos biográficos
Shakespeare nace Stratford-upon-Avon (cercana a Birmingham) en 1564 y muere en 1616 (casualmente, muere un día después que Cervantes). Todo lo que se sabe de él son puras conjeturas, de hecho su obra es tan, pero tan extensa (no sólo en cantidad, sino en temas que aborda) que existe la duda entre los eruditos si no eran varios escritores usando ese mismo pseudónimo.
Pero bueno, sobre este colchoncito de “quizás” y “tal vez” vamos a intentar hacer algunas afirmaciones. Si William fue a la escuela en su ciudad natal (lo que es muy posible por ser un hombre blanco), posiblemente estudió a escritores como Ovideo y a Séneca, poetas clásicos romanos que luego constituyeron la base del teatro isabelino.
Se casó con Anne Hathaway con quien tuvo 3 hijos: Susanne y los mellizos Judith y Hamnet (que murió a los 11 años). Hamnet… ¿Les suena ese nombre?
Londres
Para desarrollar su carrera como escritor, decide irse a Londres sin su familia y allí trabaja en el teatro haciendo de todo: cuidando caballos de los espectadores, como apuntador, como actor y luego como autor. En esa época eran reconocidos autores como Marlowe y Kyd.
- 1590: estrena su primer obra “Enrique VI” de manera anónima. En 1592 estrena Ricardo III y Tito Andrónico.
- 1593: sobreviene la peste en Londres y durante el cierre de los teatros escribe el poema “Venus y Adonis”.
- 1594: se incorpora a la compañía de Lord Chambelán, un aristócrata que funcionaba de mecenas de la compañía teatral.
- 1597 : toma posesión con otros socios del mítico teatro “El Globo” a orillas del Támesis.
En esa época, el arte dramático tuvo un gran desarrollo por una razón muy elemental: contaba con el apoyo estatal, primero con la Reina Isabel I (por eso se lo denomina “Teatro Isabelino”) y luego con Jacobo I.
Shakespeare en esos años escribió 36 obras, entre Tragedias, Comedias y Dramas históricos. Y no fue sólo el dramaturgo, sino también director y actor. En esa época los roles no estaban divididos, quien era cabeza de compañía era generalmente el protagonista y se encargaba de las decisiones de puesta en escena.
¿Original?
Otro dato de la época: la originalidad no era un problema. Shakespeare tomaba historias reales o míticas para producir ficción. De más está decir que sus “Dramas históricos” (Ricardo III, Enrique IV, etc), estaban basado en reyes existentes. También “Otelo” o “Romeo y Julieta” fueron historias que ya existían y que fueron reversionadas por este autor
Sus obras fueron hijas de su época, con personajes desequilibrados, conflictos fuera de escala, donde se mezclaba lo cómico y lo trágico. El amor, la duda, la venganza, la avaricia, los celos fueron los temas de sus obras. Eso fue lo que lo convirtió en el dramaturgo que cubrió el abanico de la emoción humana y de los conflictos existenciales de nuestra especie.
Shakespeare muere en 1616, por una fiebre que desarrolla por la alta ingesta de alcohol, posiblemente en el casamiento de su hija Judith.
Autora Agustina Soler