¿Quiénes hacen un espectáculo teatral? Roles del oficio

Muchas veces en las clases de teatro nos preguntan cuáles son las partes de una obra, es decir, cuántos roles hay en juego. Este post es para presentarles las diferentes artes que forman parte de este arte.

El espectáculo teatral se presenta como un todo, unificado y coherente. Un sistema con su propia lógica y sus leyes que no sólo genera un modo de actuar particular sino que también genera un tipo de público. 

En el proceso de creación de una obra hay una articulación de muchas disciplinas que suelen estar dividida en distintas personas o grupos de personas, a esto llamamos “equipo creativo”. 

Es posible (y de hecho sucede, y mucho) que una sola persona se encargue de todos los aspectos del espectáculo, pero aún en ese caso, cada uno de esos momentos deben ser diferenciados.

El teatro es quizás una de las pocas artes donde diferentes disciplinas artísticas se conjugan:

  • la literatura,
  • las artes visuales,
  • la música,
  • las artes del movimiento,
  • las artes performativas.

En el mejor de los casos, una persona especialista está al frente de cada una de éstas áreas y es la dirección quien tiene la última palabra ya que es la encargada de unificar toda esta multiplicidad.

Dramaturgia

La dramaturgia es el modo en que nos referimos a la escritura de un texto teatral. 

El texto, en algunos casos, es el inicio de un espectáculo. Esto nos sucede si agarramos a Sófocles, a Chejov, a Shakespeare, a Lorca. La imágen cliché sería: un escritor, en la soledad de su escritorio crea un texto dramático y, a partir del análisis exhaustivo del mismo,el director organiza la totalidad de la puesta en escena. 

Pero no nos engañemos: no es que este modo sea el más común sino que, por la naturaleza efímera del teatro, el texto es lo único que llega de épocas pasadas a nuestras manos y lo que se instala por la academia como la norma. 

En este tipo de procesos, que hemos visto en la poética realista, el análisis profundo del texto (de las circunstancias, de los personajes, de la acción, de los conflictos) es lo que nos va a dar las claves para distribuir todos los otros elementos de la puesta.

Un hallazgo

Pero hay muchos casos en que la dramaturgia aparece en medio del proceso y surge a partir de la improvisación actoral. A esto le llamamos “dramaturgia del actor”. En estos casos, es el actor o la actriz, con su cuerpo y su imaginación quien le “tira letra” al dramaturgo que luego ordenará el material.

Un tercer caso sería el de la simple estructura. Esto era muy común en la Commedia dell’Arte, pero también lo es en el clown o en otras técnicas de teatro popular. En estos casos lo que se anota es un  esqueleto, y sobre esto, actrices y  actores improvisan. Cada función es una sorpresa.

Actuación

Es el centro del hecho teatral: la actriz o el actor es la persona que  pone el cuerpo y hace vivir el texto dramático. Los actores y actrices mediante su accionar transforman el escenario en el espacio ficcional y su propio cuerpo en los personajes. Son a la vez, instrumentos e instrumentistas. Complejo, ¿no?

La transformación en el personaje sucede por dos caminos.

De adentro para afuera: quien actúa,  con su imaginación recrea las circunstancias, las motivaciones, las características de su personaje y busca los modos de expresión en su cuerpo.

De afuera para adentro: mediante la caracterización (el vestuario, los gestos faciales,las características físicas, el maquillaje, las prótesis) modifica su corporalidad para acercarse a su personaje.

El trabajo actoral  puede comenzar desde cualquier camino el trabajo de composición, pero no se pueden dar de modo simultáneo ya que el trabajo es acumulativo.

Vestuario y caracterización

Refiere al trabajo de creación estética de los personajes. Basadas en el texto o en la propuesta del espectáculo, las vestuaristas buscan referencias (pictóricas, cinematográficas, cotidianas) que dialogan con el texto y guían el proceso de creación.

En esta área, las texturas, las formas, las telas, las épocas, los estilos del vestuario son primordiales y, como siempre en la creación artística, el trabajo es de prueba y error. 

En la mayoría de los casos, el vestuario y la caracterización no sólo completa sino que modifica el trabajo de la actuación. Por ejemplo, unas mangas abultadas, obligan a una actriz a modificar su postura corporal y darle una nueva actitud al personaje; un bigote ancho puede modificar en un 100% el gesto de un actor. 

Escenografía

Junto con la iluminación es la encargada de la puesta espacial. A veces coinciden en una persona o grupo de personas y otras veces se dan por separadas y deben dialogar para llegar a un acuerdo.

Antiguamente, en el teatro, el espacio estaba indicado por el autor en las didascalias (las acotaciones de tiempo y lugar en el texto dramático) y el trabajo del escenógrafo era simplemente el de cumplir órdenes.

Es decir, si el autor decía que la protagonista estaba reclinada en el sillón Luis XV, el escenógrafo debía ir en búsqueda de ese bendito sillón.

Pero, afortunadamente, en el teatro occidental moderno esta relación de sometimiento cambió y el escenógrafo puede generar un espacio surrealista para una obra naturalista para poner énfasis en, por ejemplo, la locura de la protagonista.

Iluminación

Con la iluminación ocurre exactamente lo mismo. El trabajo de quien  ilumina tiene autonomía y aporta su propia significación. 

Si en la escenografía los elementos de su lenguaje son la materialidad, el tamaño, la textura, las formas, en la iluminación el lenguaje se compone del color y de la posición de las luminarias o fuentes de luz.

El color se lo dan los filtros y, dependiendo de cada cultura (y de cada obra en particular) evocan un estado. Por ejemplo, un filtro azul oscuro puede evocar la noche o un estado melancólico, o incluso un estado de peligro. Aunque el peligro también podría ser dado por un color rojizo. No son categorías estancas. En muchas puestas hay colores en la iluminación que se asocian a personajes específicos o diferentes situaciones. Como en un cuadro, es la articulación de los colores y las formas las que dan una sensación específica a cada espectador en particular.

Posición

La posición se refiere a la ubicación de la fuente de luz respecto al objeto o sujeto iluminado.

  • Frontal: se produce cuando la fuente se ubica entre el espectador y el sujeto iluminado. En este tipo de iluminación, el espectador puede percibir plenamente al sujeto y su sombra se proyecta hacia atrás. 
  • Cenital: se produce cuando la fuente está exactamente arriba del sujeto, iluminándolo de arriba para abajo. 
  • Contraluz: La fuente de luz se ubica detrás del sujeto iluminado. Esto produce que el espectador pueda ver sólo la silueta del sujeto y que la sombra se proyecte hacia adelante, en el espacio entre el sujeto y el espectador.
  • Lateral: Como su nombre lo indica, en este tipo de iluminación, la fuente se ubica en el lateral del sujeto, lo que produce un sombreado que modela las formas.
  • Nadiral: la fuente se ubica entre el espectador y el actor de manera angular de abajo hacia arriba. Esto produce la proyección de las sombras sobre el propio rostro y, al ser una iluminación completamente antinatural produce un efecto siniestro. 
  • Diagonal: La fuente se ubica de manera diagonal desde cualquier posición (diagonal frontal o diagonal contraluz). Dependiendo la ubicación de la fuente, la sombra se proyectará hacia adelante o hasta atrás. Pueden ser altas, bajas o medias.

Estas posiciones en muchos casos conviven y podemos tener, por ejemplo a un actor iluminado de modo frontal y a contraluz para poder ver todos sus rasgos y expresiones y a la vez, para separar su figura del fondo del espacio escénico.

Además de las luminarias teatrales convencionales (Fresnel, Pin, Plano-convexo, etc), se pueden pensar para la escena diversas fuentes de luz que tienen una gran expresividad: flexos, linternas, juguetes infantiles lumínicos, lucecitas de navidad, etc. Esto es muy común en teatros independientes con una posibilidad técnica más acotada.

Sonido o música

Es muy difícil imaginar una obra de teatro sin música o efectos sonoros. Acá resulta prácticamente imposible hacer una categorización como hicimos en la iluminación, pero sí podemos decir algunas cosas.

En primer lugar apuntar que la escena ya de por sí produce una sonoridad y que los elementos que la producen tienen un efecto afectivo en el público. Las categorías acá son el timbre, el tono, el volumen, las duración o el ritmo.

Al igual que en cine, el sonido puede ser diegético o extradiegético.

Diegético

Significa que el sonido se produce desde el interior de la escena. Este puede ser el caso de un personaje que prenda una licuadora u otro que toque una guitarra y cante una canción. O incluso de alguien que escuche un audio de whatsapp. Aunque por cuestiones técnicas, el sonido del audio de Whatsapp se reproduzca desde cabina y salga desde los parlantes del teatro. Si el personaje le dio “play” en escena se considera un sonido diegético. Es un sonido que los personajes producen y/o escuchan.

Extradiegético

El sonido extradiegético ingresa desde afuera de la escena. El ejemplo de esto es la música de un violín cuando al protagonista lo dejó la novia. El violín no sería escuchado por el personaje pero sí refuerza para el espectador la tristeza del momento.

Hay muchas obras de ayer y hoy que tienen el hermoso recurso de tener alguna banda o músico en vivo. Esto le da a la escena un condimento extra ya que la mirada del espectador puede descansar en la ejecución de los instrumentos y los músicos pueden acompañar de una manera mucho más orgánica el trabajo de les intérpretes.

Teatro musical

En el teatro musical, como la comedia musical o la ópera, es donde el elemento sonoro tiene mayor peso e importancia. Los intérpretes además de actores son cantantes y/o bailarines y las canciones se tejen de modo muy estrecho con la trama. 

Vamos a dar algunos ejemplos de esto en la Comedia Musical:

  • “Los productores” de Mel Brooks: El tema musical aparece en algún momento de cambio o decisión importante de los personajes. A partir de la canción la trama hace un giro. 
  • “El fantasma de la ópera” de Andrew Lloyd Webber: los temas musicales se utilizan para reforzar el movimiento emocional de los personajes. Están puestos en zonas de gran intensidad de la trama.
  • “Cats” de Andrew Lloyd Webber: Toda la obra está montada sobre las canciones. La composición musical es la guía de todos los elementos de la puesta en escena. 

Dirección 

Es el área encargada de la articulación de todos los elementos anteriores. Usualmente es la dirección quien decide un material y convoca al equipo para comenzar a trabajar. El material puede ser un texto establecido, o una idea y de dónde se comienza depende de la afinidad de la dirección con alguna de las disciplinas implicadas en el hecho teatral.

 Esto no significa que sea la dirección quien haga todo, sino que con una idea aproximada de lo que desea entabla un diálogo con la escenografía, la iluminación, la música, el vestuario y sobre el trabajo realizado en cada una de las áreas va decidiendo los diferentes valores de cada elemento de la puesta.

Como dijimos anteriormente, el modo más tradicional de trabajo es comenzar con un texto dramático. A partir del análisis del mismo se convoca a los actores y actrices para interpretar los diferentes personajes y, cuando la obra ya está establecida en un espacio casi pelado, se llama al resto de las áreas para comenzar a montar.

Otros caminos

Además, podemos encontrar otros, como Bob Wilson por ejemplo. Para él,  el espacio, la iluminación y la temporalidad marcada por el sonido y la música son centrales. Así que comienza por ahí. Una vez que tiene decidido con su equipo creativo, cuáles serán los colores, los vestuarios, el espacio recién ahí convoca a los actores. Y  les da directivas muy precisas sobre lo que tienen que hacer y en qué tiempos. 

Hay otros, como vimos el caso de Grotowski, que sólo trabajan con el cuerpo del actor y una luz que permite iluminarlos de un modo plano. Allí el centro es la dirección de actores. Serán ellos con sus cuerpos quienes modificarán su vestuario, su expresión facial (sin maquillaje), el modo en que la luz los ilumina.

También puede que un grupo de intérpretes, se reúnen por un material que tienen ganas de montar y  son quienes convocan a quien va a dirigir. En estos casos, una vez que el vínculo fue establecido, les intérpretes deben cederle algo del control a la dirección. No porque sea más inteligente, sino  porque corre con una ventaja: puede ver la totalidad del material, es el quien ve la obra por primera vez.

 

Agustina Soler